Guía para elegir el mejor protector solar para niños

Guía para elegir el mejor protector solar para niños

Salcobrand diciembre , 2020

Llega el calor, las #ganasdesol aumentan y para poder disfrutar del sol de la manera más saludable debemos cuidar y proteger nuestra piel. En el caso de los niños, adoptar buenos hábitos y usar un protector solar formulado para ellos es clave para reducir el riesgo de sufrir quemaduras y daño solar a largo plazo.

  1. Fórmula específica para su piel

La piel de los niños es más frágil que la de los adultos, va madurando progresivamente. Su piel es más fina, menos resistente, es especialmente sensible a temperaturas extremas y cambios de temperatura, tiene mayor tendencia a la sequedad y es más sensible a la radiación solar. Por ello es muy importante que su protector solar esté testado dermatológicamente y pediátricamente. La gama pediátrica de ISDIN  está testada dermatológicamente y pediátricamente. Además, para minimizar el riesgo de alergia, está formulada sin perfumes y es hipoalergénica.

¿Qué significa hipoalergénico?

Indica que el producto ha realizado un test específico para confirmar un riesgo bajo de producir reacciones alérgicas. En ISDIN, además, nuestras fórmulas están evaluadas para confirmar que sus ingredientes son respetuosos con la piel.

  1. Fórmula específica para su edad

Menores de 6 meses

La regulación europea, pediatras y dermatólogos recomiendan no exponer a los bebés menores de 6 meses a la luz solar directa.

Bebés a partir de 6 meses

Pediatras y dermatólogos recomiendan el uso de protectores solares a partir de 6 meses, principalmente fotoprotectores minerales y sin perfume, como Fusion Fluid Mineral Baby Pediatrics, para minimizar los riesgos de alergia y reacción en la piel.

Niños

Cuando los niños empiezan a ser más exigentes con la textura recomendamos un fotoprotector como Fusion Water Pediatrics. Ultraligero, de absorción inmediata, y no irrita los ojos. ¡No podrán resistirse a usarlo!

  1. Protección alta

El FPS (Factor de Protección Solar) hace referencia al grado de protección frente a la radiación UVB del sol. Esta radiación tiene mucha energía y es la causa principal de las quemaduras solares. La quemadura solar es un efecto indeseable a corto plazo, no obstante, la piel tiene memoria. Los efectos acumulativos del sol pueden ser mucho más graves y aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel. Cuando el niño es más pequeño, debe preocuparnos sobre todo de que no sufra quemaduras solares. Según vaya creciendo, la prioridad será enseñarle unos buenos hábitos de protección solar.

 

¿Sabías que el 80% de los melanomas se asocian a padecer quemaduras solares antes de los 20 años? Es muy importante proteger a nuestros hijos del sol desde pequeños con filtros adecuados y educarles en el hábito.

¿Qué significa protección alta?

Existe una normativa europea que regula la clasificación de SPF en baja, media, alta y muy alta. Esta normativa de etiquetado tiene la finalidad de simplificar los SPF para facilitar su lectura. Un SPF de 30 a 50 está catalogado como protección alta. Un SPF 50 protege frente casi un 99% de los rayos UVB. Recuerda que esto ocurre si aplicas el fotoprotector generosamente, si no aplicas la cantidad adecuada puede que no estés bien protegido.

  1. Textura ultraligera y alta tolerancia

Para poder usarlo a diario es importante que el protector solar para niños sea agradable de aplicar, se extienda bien, se absorba rápido y no deje residuo blanco. Si cuesta de extender, tardaremos más en aplicarlo y será molesto para el niño.

Además, como padres, necesitamos que toda la familia pueda aplicarse la crema, sea cual sea su tipo de piel. Por ello, los fotoprotectores pediátricos son aptos para todo tipo de pieles, incluida piel atópica.

  1. Resistente al agua y que no irrite los ojos

Los niños juegan, nadan… Necesitan una fotoprotección que se pueda aplicar por todo el rostro sin que moleste ni irrite los ojos y que sea resistente al baño, para aguantar su ritmo.

Busca un protector solar para niños que sea resistente al agua y que esté evaluado bajo control oftalmológico para garantizar que no irrita los ojos.