Alergia alimentaria: ¡Cuidado con lo que comes!

Alergia alimentaria: ¡Cuidado con lo que comes!

Salcobrand diciembre , 2021

¿Sabías que existe gente que es alérgica al maní o al kiwi?… ¿O personas que sobre reaccionan ante la ingesta de determinada comida? Preocúpate de tu salud y la de tus seres queridos, conociendo los principales síntomas de esta enfermedad.

Acorde a estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de alergias alimentarias en adultos es de entre 1 y 3% y en el caso de los niños entre 4 y 6%, un mal en ascenso que va desde ligeras molestias hasta anafilaxis o, incluso, la muerte.

Por algo esta enfermedad está descrita en la página web de la Clínica Mayo de Estados Unidos como “una reacción del sistema inmunológico que ocurre poco después de haber ingerido un determinado alimento, provocando síntomas tan diversos como problemas digestivos, urticaria o inflamación de las vías respiratorias”.

Y es que los signos de alerta se inician a los pocos minutos de haber probado bocado o, en personas muy sensibles, tras tocar u oler ese alérgeno, comenzando a picar de manera profusa los labios, la garganta o, inclusive, hinchándose zonas de la cara como los párpados, los labios o la lengua, todo con el objetivo de responder con anticuerpos a esa sustancia considerada “nociva” por el organismo en ese momento.

Una resistencia que en casos extremos puede derivar en un choque anafiláctico, trastorno general del cuerpo que se caracteriza por la disminución repentina de la presión arterial y la obstrucción de las vías respiratorias, entre otros síntomas, y que puede ser letal.

AUNQUE ALGUNOS ESTUDIOS DEMUESTRAN QUE LAS ALERGIAS ALIMENTARIAS TIENEN UN COMPONENTE GENÉTICO, PUES EXISTE 30% DE PROBABILIDADES DE HEREDARLA SI UNO DE LOS PADRES ES ALÉRGICO Y 60% SI AMBOS PROGENITORES LO SON, TAMBIÉN PUEDE DESENCADENARSE EN CUALQUIER MOMENTO DE LA VIDA Y SIN QUE EXISTA NINGUNA PREDISPOSICIÓN.

Conociendo al enemigo

Según varias investigaciones existen más de 70 comidas que pueden generar este tipo de reacción, por lo que para sortearla lo primero es identificar la sustancia que gatilla la molestia, o visitar a un inmunólogo para que ayude a descubrir la causa del problema.

 

Como antecedente a considerar, durante el primer año de vida, las alergias más comunes son a la proteína de la leche de vaca y al huevo, pero éstas comúnmente desaparecen con el crecimiento. En tanto, en los adultos las más frecuentes son al maní, los mariscos y el pescado. Sin embargo, también puedes responder de forma exagerada ante la ingesta de almendras, nueces o avellanas, o sufrir un episodio alérgico al consumir legumbres como la soya, lentejas o garbanzos.

 

La fruta prohibida

¡Si hasta alimentos tan nutritivos e indefensos como las frutas pueden gatillar este tipo de cuadros médicos! Esta respuesta del sistema inmunológico, conocida como Síndrome de Alergia Oral (OAS) se suele dar en personas que presentan sobre reacciones ante el polen de los árboles, los cereales o las hierbas. Así, por ejemplo, en España el ranking de alergias incluye al durazno (45%), kiwi y melón (25%), manzana (23%) y plátano (20%).

ACORDE AL KING’S COLLEGE DE LONDRES –UNIVERSIDAD DEDICADA A LA INVESTIGACIÓN EN EL REINO UNIDO– 1 DE CADA 4 PERSONAS CON ALERGIA ALIMENTARIA SUFRIRÁ UN CUADRO DE REACCIÓN SEVERA EN ALGÚN MOMENTO DE SU VIDA.

Anteponte   a la crisis

Para prevenir el problema, toma algunas medidas:

  • Usa una pulsera o anda con una tarjeta en tu billetera que indique tu condición de alérgica.
  • Informa a tus cercanos y conocidos de la existencia de esta dolencia y cómo reaccionar ante un episodio de estas características.
  • Revisa las etiquetas de los productos que consumas para evitar que incluyan el principio alérgeno y, si sales a comer fuera, consulta los ingredientes que componen cada plato o bebestible previo a ingerirlos.
  • Si eres reactiva a las frutas, introduce las variedades exóticas con moderación y pélalas en lo posible.
  • Y si alguna vez tuviste un choque anafiláctico, preocúpate de llevar siempre contigo una dosis inyectable de adrenalina.

EN RECUADRO

No confundir
 A menudo la gente tiende a pensar que alergia alimentaria e intolerancia son sinónimos, pero tienen sus diferencias, pues en el primer caso se compromete al sistema inmunológico y en el segundo, la consecuencia no pasa de una alteración digestiva. Dentro de las intolerancias más frecuentes están aquellas vinculadas al gluten, una proteína presente en algunos cereales como trigo, cebada, centeno o avena que produce molestias intestinales y también la intolerancia a la lactosa, que afecta a aquellas personas que no pueden digerir el azúcar que contiene la leche, generándoles cuadros de diarrea e hinchazón estomacal.