Salcobrand , 2017
En el mundo el 25% de las mujeres sobre los 40 años sufren de algún tipo de incontinencia, mientras que el 40% de las personas mayores de 65 deben lidiar con este trastorno. ¿Cómo enfrentar este mal que afecta directamente la calidad de vida y el autoestima de quienes lo padecen?
Hablar de incontinencia urinaria implica derribar mitos, porque claramente se trata de un trastorno más común de lo que se cree, una dolencia que altera nuestra vida cotidiana generando ansiedad, cuadros de estrés, problemas sexuales e incluso depresión. Sí, porque actividades tan simples como ir al cine o hacer deporte pueden convertirse en una verdadera pesadilla.
En cifras, se estima que cerca el 25% de las mayores de 40 años sufren de esta enfermedad que en muchas ocasiones tiene relación con el sobrepeso dentro de otros múltiples factores de riesgo. El factor que sorprende es que por miedo, vergüenza o desconocimiento muchas mujeres no piden apoyo de ningún tipo. En cifras de estudios internacionales se estima que una mujer demora en promedio 11 años en consultar a un especialista para buscar solución a la pérdida involuntaria de orina.
Un secreto a voces
La pérdida involuntaria de orina en la mujer es un problema de salud que independiente de las características, severidad o edad de presentación, puede ser solucionado. En la actualidad existen en nuestro país la tecnología, las opciones y los especialistas capaces de ayudar a este gran número de mujeres que sufren de incontinencia urinaria.
¿Cuáles son los tipos de incontinencia más comunes?
Incontinencia urinaria de esfuerzo
Corresponde a la pérdida involuntaria de orina que ocurre ante la realización de un esfuerzo físico, como correr, reírse, estornudar o toser. Es el tipo de incontinencia más frecuente en las mujeres de mediana edad y luego de una evaluación simple por parte de un médico especialista en el área se pueden ofrecer alternativas de tratamiento eficaces que contribuyan al restablecimiento de la calidad de vida.
Incontinencia urinaria por urgencia
Este tipo de incontinencia urinaria se manifiesta ante la sensación de urgencia miccional, es decir, precedida de la sensación súbita e imperiosa de tener que vaciar la vejiga. Es el tipo de incontinencia urinaria más frecuente en adultos mayores. Afecta en forma severa la calidad de vida y muchas veces obliga al uso de pañales en ciertos grupos de edad, a la vez de constituir uno de los principales motivos de institucionalización de un adulto mayor.
¿Por qué se produce?
La incontinencia urinaria es una enfermedad multifactorial. Es decir son múltiples las causas o los factores de riesgo que pueden llevar a una mujer a padecerla. Dentro de los más relevantes se mencionan entre otros :
Obesidad
Número y tipo de partos
Edad avanzada
Calidad de los tejidos
Antecedentes de cirugías pélvicas
Antecedentes de tratamiento para el cáncer como la radioterapia pélvica
Antecedente de enfermedad neurológica como la enfermedad de parkinson, la esclerosis múltiple y accidentes vasculares.
¿Qué tipo de tratamientos son los más comunes?
Es de suma importancia que al existir la inquietud de la mujer en relación con la pérdida involuntaria de orina, se direccione la consulta sobre éste síntoma a un médico ginecólogo o urólogo con formación o especialista en evaluar y tratar la incontinencia urinaria.
Las alternativas de tratamiento pueden ir desde realizar modificaciones conductuales en relación con la ingesta de líquidos e irritantes de la vejiga como el té, el café, las bebidas carbonatadas entre otros, la realización de ejercicios kinesiológicos de la musculatura del piso pélvico orientados por una profesional del tema, la toma de medicamentos específicos y la realización de cirugías. Antes de decidir cuál será la mejor opción de tratamiento, el especialista debe realizar una entrevista y examen físico acucioso para determinar la mejor alternativa de manejo según cada caso en particular.
La incontinencia urinaria en la actualidad es una enfermedad tratable. Existiendo una elevada posibilidad de mejorar en forma sustancial la calidad de vida de quien la padece, en la gran mayoría de los casos.
Respecto a las medidas de prevención de la incontinencia urinaria se pueden mencionar como las más efectivas y que han mostrado reducir la incidencia del problema, el control del peso en aquellas mujeres con sobrepeso u obesidad y la realización de terapia kinesiológica en el pre y post parto.
Esta nota fue realizada en colaboración con Valentín Manríquez, Médico Unidad de Piso Pélvico Femenino, Hospital Clínico Universidad de Chile – Clínica Universidad de los Andes